¿Por qué en Nepal?
Lee este artículo aparecido en El Mundo y contesta a las cuestiones
MARÍA JOSÉ JURADO
Actualizado: 27/04/2015 11:03 horas
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Kathmandú, el Himalaya, nos evocan paisajes de impresionantes relieves, las más altas cumbres y cimas del planeta. Son relieves construidos a base de terremotos. Terremotos que se originan por desplazamientos bruscos a lo largo de fallas en el subsuelo. Ese crujir en el subsuelo emite ondas sísmicas que hacen temblar el suelo a nuestros pies y las construcciones. Infraestructuras y edificios que no están preparadas se ven afectadas y muchos casos destruidas. Las ondas sísmicas llegan a la superficie del terreno (epicentro) desde el punto del subsuelo normalmente situado a kilómetros de profundidad donde se generan (hipocentro).
Los terremotos que están afectando esa zona y esos impresionantes paisajes tienen un origen común: la tectónica de placas. Desde el conocimiento de las ciencias de la Tierra y en especial de la geología y tectónica, se entienden los terremotos como algo natural en zonas del planeta donde convergen las placas, donde una placa llega a colisionar y acaba por hundirse por debajo de otra.
El desplazamiento de la convergencia de las placas en esta zona es de unos 45mm por año. A pesar de este contexto geológico en esta zona se habían registrado grandes terremotos en las últimas décadas aunque se recuerdan los de 1988 (magnitud 6.9) y 1934 (8.0).
Ese hundimiento avanza cada día en el Himalaya en otras muchas zonas de subducción activas como son la región andina o las situadas al este de la costa japonesa. Vivimos sobre placas en movimiento sometidas a empujes que llamamos esfuerzos tectónicos. La Tierra se mueve, las placas de la Tierra y el subsuelo, también. Así se formaron hace millones de años otros relieves que nos son más próximos: los Pirineos, la Cordillera Bética o los Alpes. El mismo mecanismo: la subducción y colisión entre placas. Hace millones de años el choque de placas, dio lugar al apilamiento de grandes "escamas" de rocas que se fueron desplazando a base de movimientos y miles, millones de terremotos debieron registrarse en Pirineos, Alpes y Cordillera Bética. Esas láminas pueden tener espesores de centenares o miles de metros y las vemos a veces replegadas en lo más alto de las cimas de cordilleras. Eso ocurrió durante millones de años. Los estudios geológicos nos permiten determinar a qué profundidad y temperatura tuvo lugar esa deformación. La fase principal de formación en nuestra región pasó pero la convergencia entre Eurasia y Africa continúa. Fallas activas y terremotos, en su mayoría sólo perceptibles a con instrumentos (sismógrafos y estaciones sísmicas) nos recuerdan ese contexto de convergencia de placas. Y de vez en cuando también terremotos destructivos.
Los terremotos que están afectando esa zona y esos impresionantes paisajes tienen un origen común: la tectónica de placas. Desde el conocimiento de las ciencias de la Tierra y en especial de la geología y tectónica, se entienden los terremotos como algo natural en zonas del planeta donde convergen las placas, donde una placa llega a colisionar y acaba por hundirse por debajo de otra.
El desplazamiento de la convergencia de las placas en esta zona es de unos 45mm por año. A pesar de este contexto geológico en esta zona se habían registrado grandes terremotos en las últimas décadas aunque se recuerdan los de 1988 (magnitud 6.9) y 1934 (8.0).
Ese hundimiento avanza cada día en el Himalaya en otras muchas zonas de subducción activas como son la región andina o las situadas al este de la costa japonesa. Vivimos sobre placas en movimiento sometidas a empujes que llamamos esfuerzos tectónicos. La Tierra se mueve, las placas de la Tierra y el subsuelo, también. Así se formaron hace millones de años otros relieves que nos son más próximos: los Pirineos, la Cordillera Bética o los Alpes. El mismo mecanismo: la subducción y colisión entre placas. Hace millones de años el choque de placas, dio lugar al apilamiento de grandes "escamas" de rocas que se fueron desplazando a base de movimientos y miles, millones de terremotos debieron registrarse en Pirineos, Alpes y Cordillera Bética. Esas láminas pueden tener espesores de centenares o miles de metros y las vemos a veces replegadas en lo más alto de las cimas de cordilleras. Eso ocurrió durante millones de años. Los estudios geológicos nos permiten determinar a qué profundidad y temperatura tuvo lugar esa deformación. La fase principal de formación en nuestra región pasó pero la convergencia entre Eurasia y Africa continúa. Fallas activas y terremotos, en su mayoría sólo perceptibles a con instrumentos (sismógrafos y estaciones sísmicas) nos recuerdan ese contexto de convergencia de placas. Y de vez en cuando también terremotos destructivos.
María José Jurado es investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera
Cuestiones
- En un mapa mundi sitúa los lugares que se mencionan en el texto
- Busca en el diccionario el significado de los términos que aparecen subrayados en verde
- ¿Qué es la tectónica de placas?